lunes, 12 de noviembre de 2007

20 años de Attaque77


/Por Manu Bernal/

Prólogo: Hace una semana vi a un cartonero con una remera que decía "Attaque77, 10 años". Creo que esa imagen resumen lo desarrollado en tinta y pantalla por el primer colaborador de Cajitas Musicales. El punk argentino, un clásico.

-El punk y la lucha social soplan velitas-

Crecimiento, experimentación, no prejuicios, compromiso. Las características que han marcado la carrera de Attaque77 pueden resumirse en estas palabras. De una banda cuasi tributo a los Ramones a una banda que, a 20 años de su nacimiento se le puede reconocer fácilmente un tema tras un par de acordes. Es una banda con sello propio, con un sonido que nunca ha abandonado sus raíces punk, pero que ha abierto el juego al reggae, a las melodías dulces al mejor estilo Beach Boys y diversas influencias que parecen haber sido su cima y su condena. Una banda que con su música puede llevarlo a uno desde lo más íntimo y profundo, a bailar y saltar desencajado en sus shows. Melodías tribuneras si las hay, letras que dicen, rock con actitud.

Eso es Attaque77. La no pose como principio. La no demagogia como discurso y acción. Eso es Attaque77. Una banda que cosecha insultos en muchos de sus shows (vale la aclaración, de una ínfima parte de quines asisten a los recitales) justamente por cagarse en que haya gente que paga su entrada para imponer su visión de lo que debe ser un estilo, un sonido: ¿una pose?

El punk tuvo un hijo a fines de 1987. Después de formar “Cabeza de navaja”, “Defensa y justicia” y “Namores”; los hermanos Pertusi, Mariano Martinez y Leo De Cecco, se presentan en octubre de 1987 por primera vez bajo el nombre actual de la banda, en Cemento. Las cosas que ocurrieron después son bastante conocidas: 14 discos en las calles, miles de shows, giras todo el mundo, clásicos – a esta altura – del rock nacional, escenarios con gigantes de la historia del rock, etc, etc. Eso es Attaque77. Como dijera Ciro en una nota de hace algunos años y que encierra bastante lo que la banda significa para muchos de sus fans: “A77AQUE es un grande de la “B”. Es eso. Un equipo grande del ascenso”.

Uno de los rasgos más significativos que mantuvo la banda a lo largo de su carrera, y que ayuda a entender la esencia del grupo, es su compromiso político. Lograron dejar atrás la simple denuncia – que siempre es bienvenida -, propia del rock, para hacerse cuerpo en la lucha. Con los obreros de Zanón, por ejemplo, tocando en la fábrica recuperada de la provincia de Neuquén. Y junto a ellos con los demás trabajadores de las fábricas y empresas recuperadas, como los trabajadores del hotel BAUEN, a los que en repetidos shows les dieron la posibilidad de, desde el escenario, hacer llegar al público su situación. Además, ha logrado trascender las barreras que impone el neo patriotismo que parece estar de moda en el rock luego de la crisis del 2001. A fines de 2005 encabezó el “festival ibero americano anti-guerra, por la paz, la cultura y el trabajo de los pueblos”, realizado en el estadio de Ferro, en el que participaron bandas de España, Bolivia, Brasil y Colombia.

Eso parece ser A77AQUE. Una banda que dejó de buscar su sonido hace ya rato. Una banda que nunca, después de un show, deja con la sensación de “hijo de puta, no le pusieron toda la garra”. Una banda que creció. Una banda que aprendió. Una banda que no se traicionó. Que no deja de encarnar lo que canta, lo que dice.

Íntimos y masivos. Dulces y agrios. Románticos y combativos. Eso es Attaque77. Felices 20 y por muchos más.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Almas Mugrientas, por su cantante Nacho Oviedo (Parte II)

-Segunda y última parte-
¿Qué movimiento de gente tiene Almas? Hace 14 años está como marca, como graffiti, como nombre. ¿Cuánta gente están moviendo?

El nombre está puesto y es conocido. Es llamativo, no es un nombre que pase desapercibido. A parte es largo (risas). Hay muchos graffitis, y son muchos años. Pero en todas las metamorfosis se fue intercambiando el público. Ahora que hace un año que venimos tocando, estamos armando un público de nuevo porque una banda que hace seis años no toca es una banda nueva prácticamente. Desde que volvimos la idea fue tocar una vez por mes, este año se estuvo laburando en soledad, tocando para la gente de uno, que el número no está definido de público. Hay un público, 100 personas, 120, que siguen a la banda. Y también la posibilidad siempre está abierta de cuando a uno lo invitan de ir a tocar. Hasta ahora la única posibilidad que hubo fue con Las Pastillas (del Abuelo) que nos invitaron a tocar en El Teatro, en abril. Fue lo que elegimos este año, dar buenos shows, apuntar a la calidad de sonido, buenos shows con el hecho de alquilar los lugares nosotros. Desde tirar el primer cable para conectar, armar todo, desarmar todo a pulmón. El año que viene pinta por ahí más de armar una fecha por mes o cada dos meses pero empezar a moverse en un circuito más de rock under para ganar oídos porque al fin y al cabo eso es lo que uno busca, ser escuchado. Y abrirse del barrio e ir tratando de difundir lo que uno hace.

Comercialmente, o en cantidad de gente, ¿hay un rumbo marcado para llegar al circuito del rock? ¿Cuál es el camino que quiere Almas Mugrientas para manejarse de acá a futuro con la gente a partir de todo lo que hacen?

El camino que uno intenta transitar y el que busca y por el que pelea es el camino, primero que todo, del autosustento de la banda, en lo más conveniente para la banda y lo más conveniente para el público de la banda. Puede ser independiente, puede ser por una compañía, es cuestión de que las oportunidades vayan saliendo. Obviamente si uno puede además sacar un mango de esto para estar todo el día laburando en esto, creo que eso es a lo que se apunta y lo que apunta cualquier tipo que es músico. A vivir de hacer lo que le gusta, que es tocar, expresarse, hacer su arte y de poder justamente ganar la guita con esto necesaria para poder dedicarte full time, para no tener que laburar y tener que dedicarle dos horas al día. Que tu laburo sea ese, levantarte a la mañana, estudiar hasta el mediodía y ensayar toda la tarde, y componer a la noche. Si hay algo que me rinde pero me dicen “el disco se vende a 40 pesos” no para, bajá la mano porque no lo puede comprar ni mi vieja ni mi hermana el disco. El objetivo es ese, es llegar a ser conocidos pero no por figurar, si no por difundir lo que a uno le gusta, porque cada vez más gente lo escuche, porque quien es rockero y quien es músico y está en el palo lo que más aspira es a llenar un estadio y a hacer giras y a recorrer el país, y si se puede viajar afuera mejor. Siempre a todos lados con la guitarra a cuestas, mostrando lo que uno hace, mostrando las canciones.

Además del trabajo, ¿qué le falta a una banda como Almas para autosustentarse, que es lo primero que se busca para desarrollarse más libre?

Hace falta, creo que antes que el trabajo, porque en la experiencia está demostrada que muchas bandas de hoy en día venden millones de discos a nivel mundial con productos a veces de calidades inescuchables. Y es que las canciones sean pegadizas y que te la quedes tarareando. Cuando vos escuchás algo, y te lo quedás repitiendo y se te graba en la cabeza y puede que no haya habido laburo atrás de eso, pero creo que lo que llega son las buenas canciones. Y llegan los productos de marketing obviamente. Cuando la canción es mala y te la pasan todo el día por la radio vos la terminás tarareando por repetición. Pero creo que lo que hace falta, obviamente sin ir al marketing que es lo que a uno más lo daña como músico porque es lo que no permite que salga a la luz lo bueno, es hacer buenas canciones, cosas simples y que lleguen. La gente busca algo simple, algo concreto, que llegue al corazón, es eso lo que hace falta.

Después de tanto laburo, de todos en general, y de tanto esfuerzo. Si siguen por el camino que vienen llevando, ¿a dónde crees potencialmente que pueden llegar?

Creo que como músico es ser más libre. Cuanto más recursos manejas sobre el instrumento, cuantas más cosas podés tocar, cuantos más estilos, hasta te puedo decir cuanto más virtuoso sos, por más que no quieras impactar al otro. Cuanto más virtuosismo, más notas podés tocar, si vos lográs hace eso sin olvidarte de la belleza de lo simple, tenés libertad porque podés hacer todo. La música es libertad. Todo lo que la banda siga laburando en conjunto y lo que nosotros como músicos sigamos laburando independientemente, va a impactar en que cada vez seamos más libres arriba del escenario, cada vez más libres a la hora de componer, cada vez más ideas. La belleza está en lo simple pero también está en lo complejo y el hecho de conocer y de saber cada vez más te da más herramientas. Creo que eso va ayudando, va ayudando a estar más distendido, a tener soltura y a hacer libre. A tener resto a que nada por más jodido que parezca te cueste y a eso, a poder expresarse al fin y al cabo.

Estudio, perseverancia y dedicación es la brújula. Saber que vas a llegar, pelear por eso, amar lo que hacés, darle vida a tu proyecto. Esfuerzo, intentar dar el golpe de timón, hacer que lo único que falte es que el viento acompañe. Las almas lo llevan, la mugre acompaña y pone trabas en el camino. Pero el puerto se ve cada vez más cerca, hay tierra y están llegando con el ancla en la mano y el rock en sus espaldas. Los diversos estilos marcan un rock duro, lleno de matices logrando una identidad única, que solo la fusión de estilos logra. Llega Almas Mugrientas, rock a la vista.